Oremos por toda la humanidad y sus necesidades, a fin de que a nadie le falte la justicia y la paz.
Respondemos a cada petición:
“Conocer a Dios es practicar la justicia. Venga tu Reino, Señor”.
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Por la Iglesia, para que mantenga la firmeza en la fe, el valor de la esperanza y la entrega en el amor, especialmente hacia emigrantes y refugiados.
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Por quienes sufren la violencia, la tortura, la guerra, la privación de la libertad y de la dignidad.
Escucha nuestras plegarias, Dios padre todopoderoso, concédenos que nuestra vida sea fecunda por el bien de la justicia y de la paz. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.